Llega la Navidad y a muchos de nosotros siempre nos asalta la misma duda: ‘¿Qué cocino este año?’. Recetas hay cientos, pero si hay un producto que suele gustar para estas fechas es la carne, y más concretamente la del cerdo ibérico. Pero, entre tantas carnes de cerdo como hay, ¿por cuál te deberías decantar?
¿El solomillo, la presa, la carrillera…? Te hacemos un repaso por las partes del cerdo ibérico y sus posibilidades en cocina, ¡y tú decides!
Partes del cerdo ibérico para cocinar en Navidad
Si quieres cocinar un plato de carne para estas Navidades, te recomendamos el cerdo ibérico. Una carne sabrosa que suele gustar a todo el mundo.
Además, el cerdo se adapta a todo tipo de cocineros, desde los más hábiles hasta los más inexpertos. Y es que ciertas piezas como la pluma o el secreto, simplemente salteadas y con una guarnición vistosa, resultan un plato exquisito. Y para los amantes de la buena cocina, guisadas.
Enumeramos las diferentes partes más adecuadas para cada preparación.
Lomo, una de las carnes más conocidas y elegidas
El lomo son dos piezas que se encuentran bajo la costilla y junto al espinazo. Quizás esta sea una de las partes más conocidas por todos y de las más elegidas porque tiene poca grasa, muy buen sabor y es económica.
Además, se adapta a todo tipo de recetas. Puedes cocinar el lomo envuelto en hojaldre y en el horno, a la sal, con una salsa de pimienta o roquefort, con mostaza y miel, caramelizado o en flamenquines cordobeses con jamón serrano. Y esto por proponerte solo algunas recetas.
Solomillo, una de las carnes más preciadas
El solomillo, carne situada entre las costillas inferiores y la columna vertebral, es una de las partes más preciadas del cerdo por su sabor y textura suave. Por eso, resulta ideal para disfrutar en Navidad.
Resulta delicioso en salsa al Pedro Ximénez, con una salsa de nata y pimienta, al estilo árabe con frutas secas, con foie, con salsa de vino, salsa de queso y, en general, cualquier tipo de salsa. Y si buscas una receta con historia para estas fechas tan especiales, te aconsejamos el turnedó, el filet mignon o el chateaubriand.
Secreto, entre las carnes de moda
El secreto se encuentra en la axila del cerdo. Se caracteriza por su veteado de grasa, por lo que resulta una carne jugosa y deliciosa. Solo basta un poco de sal gorda, alguna hierba como el romero y pasarla por la sartén para disfrutar de ella. Acompáñala con una buena guarnición como unas cebollitas caramelizadas o una salsa de roquefort o de vino que incluso puedes comprar ya preparadas.
Pluma, finura y delicadeza en la mesa
La pluma es un triangulito de pequeño tamaño que se encuentra en la parte superior del lomo y es una pieza que tiene mucho sabor,por lo que no necesita demasiados aderezos para que disfrutes de ella. Puedes tomarla a la plancha, asada o macerada con hierbas y pasada por la sartén. En este caso, si quieres preparar una pluma ibérica para la Navidad, lúcete con la guarnición. Puedes hacer un delicioso chutney, unas zanahorias glaseadas o unas modernas chips de verduras.
Presa
Se encuentra en la paletilla. Una carne exquisita que puedes cocinar de muchas maneras distintas con un resultado excelente. Desde cocinada a la plancha o guisada con vino hasta en carpaccio,como un entrante al más puro estilo gourmet. No te olvides de acompañarla de una buena guarnición de tomatitos cherry a la plancha, de brócoli o una parmentier de patatas, por ejemplo.
Carrillera, para todo tipo de guisos
Conocida también como carrillada, no es otra cosa que los carrillos del cerdo. Con ella se consiguen guisos muy melosos, así que es ideal para cocinarla en salsa de vino tinto o en estofado y acompañarla con algún puré de calabaza, de boniato o de patata con mantequilla.
Lagarto ibérico
El lagarto se encuentra entre las costillas y el lomo, y es una pieza algo grasa y muy sabrosa. Resulta perfecta para dummies en la cocina que quieren un resultado espectacular con poco esfuerzo. Y es que simplemente cocinada a la plancha y acompañada de unos espárragos trigueros o unas setas salteadas y un puré, resulta exquisita.
Tocino o panceta, imprescindible en la cocina
Aunque de primeras pueda parecer que el tocino no es una parte del cerdo demasiado noble para presentarla en Navidad, lo cierto es que forma parte de más platos de los que puedas pensar. Como envoltura de carnes al horno o de aperitivos como los gambones o los dátiles, como relleno de carnes como el pavo o el pollo para darles jugosidad y para proporcionarles untuosidad y sabor a muchas salsas de carne.
Rabo, para estofados exquisitos
El rabo es la parte de atrás del cerdo y tiene una textura cartilaginosa. Entre las maneras más exquisitas de prepararlo están en estofado, caldereta, en salsa de cebolla y vino blanco o acompañado de unas patatas panaderas, doradas con mantequilla, asadas o las patatas duquesa.
Codillo, para asarlo en el horno
Se encuentra entre la parte que une los dos huesos de la pata, una parte muy gelatinosa que resulta muy sabrosa al paladar. Queda delicioso al horno, simplemente con un poco de aceite de oliva extra virgen, hierbas provenzales, un poco de pimienta negra molida y vino blanco. Y como acompañamiento, puedes añadirle unas patatas y unas zanahorias baby glaseadas, por ejemplo.
Jamón ibérico, el deseado de todas las fiestas
El jamón del cerdo hace referencia a sus dos patas. ¿Quién no ha disfrutado de un buen plato de jamón ibérico como entrante de Navidad? Además, con él puedes preparar todo tipo de aperitivos como croquetas, bolitas de melón o alguna elaboración con hojaldre, canapés…
El jamón también puede formar parte de tus primeros y segundos platos, por ejemplo, en unos calamares rellenos, con alcachofas, como envoltura de carnes o como ingrediente de salsas o cremas.
Si quieres sorprender estas Navidades con recetas suculentas que gusten a todo el mundo, ¡elige la carne de cerdo ibérico! Ya te hemos dado todas las propuestas, el resto está en tus manos.
Se me hace la boca agua leyendo el post, la cantidad de recetas que hay para la carne de cerdo es increíble. Pero cuando visitas una zona donde hay empresas del cerdo, normalmente los establecimientos de restauración hacen unas recetas muy buenas con las distintas carnes de este.
La carne de cerdo ibérico es una de las mejores. Puedes cocinarla de infinidad de formas. Estas ultimas Navidades me decanté por el solomillo e hice el famoso solomillo Wellington, que no solo tienes que usar la carne sino también algo tan preciado como es el jamón. Quedo de 10, todos encantados con la cena.
Como se suele decir, del cerdo son bonitos hasta los andares. Todas las carnes del cerdo ibérico son espectaculares para una buena barbacoa o cena.