Si te regalan un jamón ibérico poco curado, no temas, este es un problema con solución. Es posible que te lleguen a regalar uno de estos productos sin terminar de curar. En tal caso, al tacto te resultará blando, ya que los músculos y otras fibras de la pierna no han terminado de deshidratarse adecuadamente.
No obstante, no tires el jamón a la basura pensando que es incomestible, vamos a darte una solución para este problema.
Primeramente, te recomendamos que consultes con el vendedor su política de garantía. Un cambio por otro mejor curado sería lo más conveniente. Desde EncinaDonAlberto.com ofrecemos plena garantía, y cambiamos cualquier jamón sin coste, que no satisfaga las expectativas del cliente.
Desde EncinaDonAlberto.com ofrecemos plena garantía, y cambiamos cualquier jamón sin coste, que no satisfaga las expectativas del cliente.
¿Cómo mejorar un jamón ibérico blando?
Antes de nada, hemos de advertirte de que los jamones ibéricos pasan estrictos controles de calidad. De otro modo, este producto no tendría el reconocimiento internacional que posee. Una de las pruebas que se realizan es el calado, proceso que nos sirve para determinar el estado de una pieza.
Gracias a una cala, un objeto punzante hecho de hueso para que no tenga olor propio, realizamos punciones en el jamón para revelar sus aromas.
Esto nos permite llegar a conocer el estado de maduración, la cantidad de sal o si hay alguna anomalía en la pierna. Además de esta prueba, recurrimos a otras visuales y táctiles para confirmar el grado de maduración.
En el caso de la táctil, se palpan zonas como la babilla, la maza y el tocino para determinar su estado. Durante esta prueba se nota si es demasiado blando o duro.
Que sea blando puede deberse a varias razones. Una de ellas es la temperatura a la cual se cura la pieza. Si esta es muy alta, la carne se quedará blanda; pero si está en un ambiente fresco, el jamón irá adquiriendo poco a poco dureza.
Así, ante la amplia variedad de marcas y que encontrar un jamón en perfecto estado es casi un milagro, no parece tan improbable que llegue a caer en tus manos uno que no esté en las mejores condiciones. Para solventar esta situación, nada mejor que seguir los pasos que te damos a continuación.
Un proceso más sencillo de lo que parece
Terminar la maduración de un jamón ibérico blando en casa es posible. Estas piezas requerirán de un tiempo para conseguir las características de uno maduro, pero la espera merecerá la pena y no tendrás por qué tirarlo a la basura, desperdiciando así un regalo que llega a ser tan preciado. Con esta serie de pasos podrás terminar la curación del jamón en tu casa sin mayores dificultades.
Colocarlo en un lugar fresco
La temperatura es clave para conseguir la maduración de un jamón. Tendrás que buscar una habitación en la que sea estable, fresca y seca y en la que no haya corrientes de aire. Si cuentas con un sótano, este es un buen lugar donde colocarlo siempre que se cumplan las condiciones mencionadas. Un patio interior sería una buena alternativa. Además, para garantizar el éxito del proceso, tendrás que colgar el jamón de una cuerda a la altura de las pezuñas.
Para obtener mejores resultados, puedes buscar un lugar que puedas mantener en oscuridad continua. De esta manera, el proceso mejorará considerablemente, ya que el jamón no estará expuesto a los efectos negativos de la luz solar. De este modo, la carne no envejecerá prematuramente y su proceso de degradación no se acelerará por acción del calor generado por esta luz.
Elimina cualquier envoltorio
La carne va a necesitar transpirar durante el proceso de maduración para poder eliminar poco a poco su humedad. Si lo mantienes con su envoltorio, esto no ocurrirá y el jamón mantendrá constantemente su aspecto blando. Incluso puede acabar pudriéndose si no tienes cuidado. Sin embargo, para evitar que algún insecto toque la carne, es recomendable cubrir la pieza con un paño o una malla de algodón. Ambos permiten la transpiración e impiden que los insectos no se posen.
No añadas grasa
Es común añadir en estos casos aceite de oliva al jamón durante la maduración, pero nosotros creemos que esto no es necesario. Este ya cuenta con suficiente grasa almacenada en el tocino, por lo que no es necesario añadir más. Además, la grasa que posee se encarga de mantener la carne tierna, aunque se busque la dureza de toda la pieza. En un par de meses, la maduración estará completa y podrás degustar este producto que tan delicioso llega a saber.
¿Cómo debes cuidar un jamón empezado?
Una vez empezado, un jamón también necesita unas medidas de conservación. Después de tantos esfuerzos durante el proceso de maduración no vas a querer tirarlos por la borda. Así que, para empezar, coloca el producto en un jamonero y mantenerlo en un lugar con una temperatura estable que no supere los 25 ºC. El lugar donde has terminado la maduración seguirá siendo una buena opción.
Tendrás un mes o un poco más para consumir el jamón, aunque este no tiene una fecha estricta de caducidad. Sin embargo, se irá resecando cada vez más hasta que no puedas comerlo. Además, procura cortar solo la cantidad que vayas a consumir en el acto para no desperdiciar nada.
La grasa que retiras de los primeros cortes te será de utilidad para mantener las siguientes lonchas hidratadas. No obstante, para evitar que surjan sabores extraños, coloca un trozo de plástico de cocina sobre la zona donde estás cortando. Este material plástico se fija a la superficie, evita que algún insecto entre en contacto y deja que la carne siga transpirando; así no sufrirás mayores contratiempos durante la conservación hasta que lo termines.
También impide que el aire seque la superficie de corte, lo cual es otra gran ventaja que ofrece el film transparente. No dudes en seguir cubriéndolo con un paño de algodón y mantén el jamón en oscuridad para evitar que pierda alguna de sus cualidades. Así, este sencillo manjar te ofrecerá varias semanas de disfrute gastronómico.
En definitiva, mejorar un jamón ibérico poco curado es posible y muy sencillo, si sigues estos pasos que te hemos descrito. Has de tener cuidado con la selección del lugar donde vayas a guardarlo, ya que requiere unas condiciones específicas para terminar su curación y conservarlo después.
Sin embargo, el resultado final será un producto rescatado apto para su disfrute.
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Lo mejor es cubrir el corte con el tocino retirado y dejar en un lugar fresco y seco, como una bodega o alacena. Está muy bien explicado el post.
Saber que hacer con un jamón ibérico fresco creo que es un dilema que hemos tenido en mas de una ocasión. Gracias por la información, si me vuelvo a encontrar un jamón fresco ya se que debo hacer. La última vez que nos pasó casi que lo tiramos y al final lo consumimos a trozos